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Actualmente Madrid es una de las ciudades europeas con mayor proporción de zonas verdes por habitante, concretamente 70 m² frente a los 20 m² de media en Europa. Además, con cerca de 300.000 árboles, es la segunda ciudad del mundo en número de estos en las calles y paseos, sólo superada por Tokio.

La Ciudad de Madrid

Ubicación40°25′08″N 3°41′31″O

Altitud: mín.:543, máx.:846

Superficie: 604,45 km²

Población: 3 182 981 hab. (2017)

Área Metropolitana: 6 543 031 hab (2017)

Presupuesto: 4.702.875.724 € ​ (año 2017)

Conferencia de Dra. Pilar Lacasta Reojo, que no permite entender el paisaje de la Comunidad de Madrid.

Torre de los Huesos, atalaya islámica, cuyos restos se exhiben en el aparcamiento subterráneo de la Plaza de Oriente.

Antes de que los romanos visitaran las tierras madrileñas, ya los antiguos carpetanos vivían en las orillas del Manzanares. Los ejércitos romanos entran en la Carpetania en los primeros años del siglo II a.C. y la zona se convierte en zona de transito de los ejércitos que se desplazan a la Lusitania o a otros lugares. Posteriormente son los visigodos los que crean un asentamiento, rural y humilde, llamado Matrice, arroyo, seguramente debido al arroyo de San Pedro que pasaba por allí, actual calle de Segovia. Un lugar protegido y con agua suficiente para asentamientos humanos, con la vega del Manzanares muy cerca, para establecer sus cultivos.

En el verano del año 711 las tropas musulmanas de África, al mando de Tariq, cruzan el estrecho y sin prácticamente resistencia, invaden la península. Se origina de este modo lo que podemos llamar estado de al-Andalus.

Durante el ultimo tercio del emirato de Córdoba (756-929) la antigua aldea de campesinos se convertirá en ciudad. Fue Muhammad I quien a mediados del siglo IX decide proteger su territorio creando una serie de asentamientos cercanos a Toledo. En el caso de Madrid al estar situada en una de las variantes de la vía romana que enlazaba Mérida con Zaragoza, pasando por Toledo, se convierte en un punto estratégico del territorio. Ya en siglo X pasa a formar parte del reino de taifas de Toledo, que comprendía los territorios de la Marca Media del califato. Parece que por adaptación fonética al árabe, del nombre visigodo Matríce se convierte en Magrit/Mayrit, y de hay el nombre de Madrid.

Se han encontrado restos de la muralla árabe de la Cuesta de la Vega y de la atalaya de la plaza de Oriente. La mezquita mayor que daba a la población de medina o ciudad parece que se encontraba en el lugar en que se construyó la iglesia de Santa María, derribada en el siglo XIX para ensanchar la calle Mayor. En 1083 Alfonso VI de León, conquista la ciudad, pero no es hasta 1212, con la batalla de las Navas de Tolosa, cuando se acaban las batallas en el centro de la península.

Dando un salto en la historia y teniendo en cuenta que a todos los reyes les gustaba venir a estas zonas por la abundante caza del lugar, llegamos al renacimiento y a Felipe II, que en el año 1561 convierte Madrid en sede de la Corte. Como curiosidad citar que para ello acordó con las autoridades de la Villa lo que se llamó Carga de Aposento, según la cual aquellos madrileños que tuviesen casas de más de un piso, debían ceder una de ellas para el gran número de funcionarios y cortesanos que llegarían a la ciudad, esto dio lugar a las casas a la malicia, que disimulaban la planta para evitar tener que cederla. También se estableció el portazgo, un impuesto que debían pagar los que iban de camino, pisaban terreno del rey o entraban en la ciudad. Se podía aplicar a personas, mercancías o animales.

El gobierno se centraliza en el Alcázar Real. Madrid en aquella época era una pequeña ciudad de unos 15.000 hab, y de repente comenzó a crecer, lo que hizo que se derribará la vieja muralla de la ciudad y se construyera una nueva, ampliación de la cerca del Arrabal y precedente de la cerca de Felipe IV de 1625. Parece que junto al Senado hay un trozo de una antigua Cerca.

Vista del Alcázar Real de Madrid y entorno del Viejo Puente de Segovia (Tarde de toros en la ribera del Manzanares).

El 3 de mayo en Madrid de Goya.

Felipe II tenia un gran interés por la Casa de Campo debido a su cercanía con el Real Alcázar, residencia oficial y sede de gobierno que y su deseo era crear una gran masa forestal que uniera esta zona con la gran masa forestal del Real Sitio de El Pardo, para ello mandó comprar las fincas próximas al Real Alcázar, tanto las situadas en los barrancos de su fachada occidental, dando lugar a lo que hoy es el Campo del Moro, como lo que estaba al otro lado del río Manzanares, en la zona de influencia del Palacio de los Varga. En la ordenación de estos territorios siguió los mismos principios que en los Reales Sitios de El Escorial y Aranjuez.

Los sucesores de Felipe II apreciaron y disfrutaron, en mayor o menor medida, los espacios verdes creados por su antepasado, pero los gustos cambian y el estilo de estos jardines dio paso a otros gustos artísticos. En el año 1629, el conde-duque de Olivares, valido de Felipe IV, obsequia al rey con unas tierras próximas al Cuarto Real, que se situaba junto al Monasterio de los Jerónimos, para que levante un palacio en ese lugar. El palacio que se construye recibe el nombre de Palacio del Buen Retiro, construido para el disfrute de la familia real, con un jardín diferente, un jardín barroco, al gusto de la época.

En el siglo XVIII,con la llegada al trono de Carlos III, el impulso que recibe la ciudad es enorme. De esta época es la Real Fábrica de Porcelana, el Real Observatorio Astronómico, el Gabinete de Historia Natural, el actual Museo del Prado, un zoológico creado en 1774 en la Cuesta de Moyano y  uno de lugares más agradables para disfrutar en Madrid , el Real Jardín Botánico.