Paseo por los Jardines del Real Sitio del Escorial
Los jardines históricos son bienes artísticos que forman parte de nuestro patrimonio cultural como las construcciones, la escultura, la pintura o la música.
Los jardines históricos tenemos que apreciarlos como bienes culturales en los cuales la naturaleza y la historia se funden. Se trata de cultura viva, en proceso de transformación permanente.
Los jardines históricos han ido evolucionando con los años. Se han ido adaptando. Pero siguen siendo recintos donde podemos disfrutar de esa relación con la naturaleza y con la historia.
En lugares como El Escorial- San Lorenzo estas obras de artes están presentes en cada rincón y pueden ser disfrutadas por todos aquellos que se acercan al Real Sitio. Podemos descubrirlas diferentes en cada visita; cambian, se transforman y son siempre diferentes.
Este lugar esta lleno de rincones donde la naturaleza y la historia han ido creando paisajes increíbles y cercanos, como el Bosque de la Herrería, la Silla de Felipe II, la cerca de Felipe II o Carlos IV, los miles de rincones de Abantos, las Machotas, la senda por la podemos caminar hacia Navalquejigo, los encantos de Valmayor, la Granjilla, Monesterio, etc.. Muchos caminos que nos llevan a lugares cercanos y llenos de encanto.
Pero las obras de arte que tenemos en nuestro entorno más cercano, que nos permiten acercanos y disfrutar de la naturaleza y la historia, que son de todos y no tenemos que pagar por descubrirlos y disfrutarlos, son nuestros jardines históricos. De todos y para todos.
Mi propuesta de paseo de hoy es un recorrido por estos lugares. Una excursión en la que el tiempo empleado puede ser todo el que queramos dedicar al ir descubriendo todas las maravillas que nos ofrecen.
La ruta se puede iniciar en cualquier punto del recorrido propuesto. Mi inicio esta en la puerta de El Escorial de La Casita del Principe, en la Avda Reyes Católicos 1, por estar muy cerca de la estación del tren y disponer de un lugar amplio para aparcar si llegas en coche.
Caminamos un poco por la lonja y luego nos adentramos en el casco histórico a través de la calle Grimaldi, donde encontramos la oficina de turismo, seguimos hasta la calle Floridablanca, uno de los ilustrados de Carlos III. Frente a nosotros tenemos la plaza de Jacinto Benavente, cuya figura encontramos rodeada de unos magníficos magnolios. A su lado el precioso Real Coliseo Carlos III.
Iniciamos la subida por el Paseo de los Tilos, descubrimos la Cruz de Nefando, donde nos encontramos con la primera leyenda según la cual aquí fue ajusticiado en 1577 un mozo de 24 años, hijo del panadero de la reina Ana de Austria, tras confesarse autor de dos delitos de pederastia, pero parece que en realidad la cruz servía para delimitar el límite entre El Escorial y La Herrería.
Continuamos hasta la puerta de San Lorenzo y llegamos a la Calleja Larga, que nos llevaria a la izquierda al Bosque de La Herreria y a la derecha hacia San Lorenzo, que es el camino que propongo. La calle Calleja Larga es otro sitio donde podríamos haber aparcado.
A la izquierda nos encontramos con el Monasterio de San Lorenzo y nuestros primeros jardines que podemos contemplar antes de llegar la gran lonja del Monasterio.
De la Casita de Abajo a los Jardines del Monasterio
Volvemos a bajar por la calle Grimaldi y continuamos caminando por la Avda. Juan de Borbón, hasta llegar al arco que nos separa del Paseo Carlos III. Tomando la calle de la derecha, el Paseo de los Alamillos, encontramos dos lugares que deberíamos visitar: el claustro de la Universidad María Cristina, uno de los patios que componían la antigua
Casa de la Compaña y donde encontramos la fuente del Águila, anteriormente en la Casa de Campo de Madrid. Entre la vegetación del lugar destaca un acebo.
Frente a la universidad encontramos el parque Adolfo Suárez, donde podemos entretenernos disfrutando de los arboles singulares que allí tenemos y de la tranquilidad del lugar.
Volvemos hacia el Monasterio y bajo el paso elevado entre la Botica y la Casa de la Compaña encontramos la entrada al Jardín de los Frailes, uno de las obras de arte con más encanto de la zona. Los Corredores del Sol o Galería de Convalecientes. El objetivo de este edificio parece ser que era impedir que desde la Lonja se pudieran ver a los monjes paseando por el jardín, para ello construyeron unos corredores que sirvieran de galería para los frailes enfermos, con una orientación optima, y ademas sirvieran para separar el jardín del monasterio del exterior. El desnivel era bastante grande, pero la obra se finalizo en 1567. Al realizar esta ampliación quedo un espacio libre donde se construyó la botica.
De la Universidad a la Casita de Arriba
Desde la Casita de Arriba volvemos por la Herreria y la Casita de Abajo
Volvemos a la entrada y siguiendo el Paseo Carlos III, dejando a la izquierda el estanque y el nevero, caminamos hacia la Casita del Infante o de Arriba. Construida a la par que la Casita de Abajo, por el mismo arquitecto, Juan de Villanueva entre 1771 y 1773, y según el parecer de Carlos III, siguiendo la moda del Petit Trianon de Versalles, de crear pequeños edificios cercanos a los grandes palacios, que servían para reuniones,meriendas, disfrute de sus jardines y como lugar donde exhibir las colecciones de relojes, pinturas, tapices y todo tipo de objetos, tan apreciadas en aquella época. Es un lugar para disfrutar, vale la pena recorrer los 2 Km que separan el lugar del Monasterio.
Cuando nos cansemos podemos volver a nuestro origen, en nuestro caso la estación de tren en el Escorial. Este regreso lo hacemos a través del parque de La Herrería, disfrutamos de de La Fuente del Seminario, donde el Quiosco de Carlos Agudo nos ofrece una carta fabulosa, que disfrutaremos si nos hemos acordado de reservar.
Volvemos a la calleja Larga y encontramos de nuevo la entrada a la Casita del Principe. Ahora bajaremos por el paseo central, el Paseo del Principe, donde los pinos de ambos lados se juntaran sobre nuestra cabezas. Encontraremos en la bajada, a nuestra derecha, el jardín de estilo francés, que dispone de un cerramiento protector, dentro del cual podremos disfrutar del los parterres geométricos, las flores y frutales y los enormes arboles de la época en que la sede de la Escuela Especial de Ingenieros de Montes tuvo su sede en San Lorenzo de El Escorial, entre 1870 y 1914. Actualmente solo dos están abiertas, una en la avenida Reyes Católicos, muy cerca de la estación del ferrocarril, y otra en la calle Ancha, muy cerca del edificio monástico. Desde aquí se accede al Bosque de La Herrería.
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